Interrogantes más frecuentes.

El cáncer de tiroides es tratable. Aunque la palabra asusta las personas a las que se le diagnostica esta patología tienen posibilidades de tratamiento  y pueden llevar una vida cotidiana como todos. Termina siendo una enfermedad crónica con controles de por vida.  

 

 

Un cáncer en aumento 

El cáncer de tiroides es un tumor canceroso que afecta a la glándula tiroides. Es poco frecuente con respecto a la totalidad de  casos de cáncer. Hay distintos tipos: del 65% a 80% es diagnosticado como cáncer  papilar, entre el 10% y el 15%  folicular, entre el 5% y el 10%  medular, y del 3% a 5% anaplásico. Después del diagnóstico las perspectivas de tratamiento son excelentes.

Es un cáncer cuya detección está en aumento. Se cree que es debido a estudios  por motivos aleatorios y  a causa del uso de métodos de control y prevención en  cabeza y el cuello. Sin embargo aún no se tiene una respuesta definitiva a la pregunta sobre los motivos del aumento de  casos de cáncer de tiroides.

 

¿Puede haber recurrencias después del tratamiento inicial?

Después del tratamiento inicial  hay un riesgo muy bajo de morir por cáncer de tiroides, pero  hay riesgo de recurrencia de hasta un 30% de los pacientes según  las características específicas del tumor y del paciente. La mayoría de las recurrencias aparecen en los ganglios del cuello y suelen ser fácilmente tratados con cirugía adicional y con yodo radiactivo. (I-131)

 

¿Cómo se detecta la recurrencia del cáncer de tiroides?

Tradicionalmente el Rastreo con yodo radiactivo es la principal técnica para detectar la recurrencia del cáncer de tiroides. En la actualidad se incorporó la medición de la tiroglobulina y la Ultrasonografía (USG) de cuello. Si la tiroglobulina está elevada y no se localiza la persistencia de la enfermedad con una USG entonces se realizan otros estudios: tomografía (TAC), resonancia (RM), o PET.

 

¿Cómo se tratan las recurrencias del cáncer de tiroides?

El 90 % de las recurrencias de cáncer de tiroides se dan en el cuello. Estas recurrencias del cáncer afectan a los ganglios. Los ganglios grandes y con sospecha de malignidad son removidos por cirugía usualmente en la primera cirugía. Si los ganglios son pequeños y bien conservados no necesitan la extracción quirúrgica y pueden seguir siendo controlados o pueden tratarse con yodo radiactivo. En casos muy excepcionales cuando la recurrencia es agresiva y no pueden ser extraídos con cirugía  y no responden al yodo radiactivo se utiliza radioterapia externa y/o Quimioterapia.

 

¿Cuál es el riesgo de muerte por cáncer de tiroides?

Con la terapia adecuada las tasas de supervivencia son del 90 por ciento a 30 años. El riesgo de morir por cáncer  tiroideo es más alto en pacientes de edad avanzada o bien en casos que no puede ser totalmente extirpado por la cirugía o que se ha diseminado a los pulmones o los huesos. El cáncer anaplásico de  tiroides es un tumor  más agresivo que los otros cánceres de tiroides más frecuente y se asocia con una alta tasa  de mortalidad.

 

¿Qué es la glándula tiroides?

La glándula tiroides produce, almacena y libera hormonas tiroideas en la sangre. Estas hormonas, que también se les conoce como T3 (liotironina) y T4 (levotiroxina), afectan a casi todas las células, y ayudan a controlar las funciones del cuerpo. Si se tiene muy poca hormona tiroidea en la sangre, las funciones del cuerpo funcionan lentas. A esto se llama hipotiroidismo. Si tiene demasiada hormona tiroidea en  sangre el cuerpo se acelera. A esto se llama hipertiroidismo.

 

¿Cuáles son las  causas del cáncer de tiroides?

En general se desconoce la causa específica del cáncer de tiroides. 

El cáncer de tiroides podría ocurrir en personas que han sido sometidas a radioterapia de la cabeza, el cuello o el pecho durante la infancia. Un tipo de radiación que fue utilizada  antes de 1960 para reducir amígdalas o adenoides, para tratar varios problemas de piel (como el acné) y reducir el agrandamiento de la glándula del timo (un órgano dentro del pecho) en niños. 

(La exposición a la radiación después de la explosión del reactor de la planta  nuclear de Chernobyl tuvo como resultado cerca de 4.000 casos de cáncer de tiroides especialmente en  niños en abril de 1986)

La radiación de las radiografías de diagnóstico (por ejemplo, los rayos X utilizados por los dentistas o tomografía computarizada del cuello / pecho) no está relacionada con el cáncer de tiroides. Los tratamientos de radiación en la cabeza y el cuello que hoy se utilizan como terapia para tumores malignos en niños y en adultos pueden estar asociados a un tipo de riesgo de desarrollo de cáncer de tiroides  inclusive muchos años después. El cáncer de tiroides puede ocurrir si hay antecedentes familiares de cáncer de tiroides pero también  el cáncer de  tiroides puede ocurrir en cualquier persona.

 

¿El cáncer de tiroides es hereditario?

Como regla general, las variantes usuales de cáncer de tiroides: papilar y folicular, no  son hereditarias. Sin embargo, algunos estudios sugieren  que pueden ser hereditarios: entre un 3 y 4% de los pacientes con cáncer de tiroides tienen más de dos familiares de primer grado con cáncer de tiroides. Hasta hoy no hay una prueba genética específica  para detectar el cáncer hereditario de tiroides en las variantes papilar y folicular.

En los casos de cáncer de tiroides papilar y folicular se recomiendan  controles o pruebas rutinarias de sangre  y un examen físico de la tiroides a los otros  miembros de la familia.

El cáncer medular de tiroides puede ser hereditario hasta en el 25% de los pacientes. La causa genética es conocida y se puede evaluar mediante una prueba de sangre disponible comercialmente (proto-oncogen RET)

 

¿Cómo se diagnostica el cáncer de tiroides?

El cáncer de tiroides con frecuencia es descubierto por los mismos pacientes. Pueden ver una protuberancia o nódulo en la parte frontal del  cuello o el médico puede notar un nódulo durante un examen físico de rutina.

El descubrimiento inicial más frecuente es la aparición de una masa indolora en la parte inferior del cuello anterior en la región de la glándula tiroides. En la mayoría de los casos en el análisis de sangre la función tiroidea es normal. 

En la mayoría de los casos,  se realiza una biopsia por  punción del nódulo con la cual se obtienen células y se las evalúa con microscopio. En la mayoría de los casos, el análisis microscópico de las células obtenidas a partir de la punción  puede determinar  si un nódulo es benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Al mismo tiempo se  hacen exámenes de sangre  para evaluar el funcionamiento, y una ecografía de la tiroides  para evaluar la estructura de la glándula, ninguna de estas pruebas son suficientes para determinar con seguridad si un nódulo tiroideo es benigno o maligno. 

 

¿Puede el cáncer de tiroides diagnosticarse con un análisis de sangre?

No. No hay análisis de sangre que pueda detectar o diagnosticar el cáncer de tiroides. Las pruebas habituales de función tiroidea son casi siempre  normales en los pacientes con cáncer de tiroides. Por lo tanto si hay análisis de sangre normales no hay que descartar la posibilidad de cáncer de tiroides. 

 

Categoria: Articulos Médicos

Una respuesta a “Interrogantes más frecuentes.”

  1. nelson dice:

    Conozco a una vecina que le han diagnosticado cancer de tiroides y esta muy preocupada, especialmente por los examenes que son caron según ella, y no posee los recursos económicos necesarios para este caso.
    Habra alguna institución que brinde ayuda para estos exámenes, alguna ONG, o ustedes por ejemplo.
    Muchas gracias por su aportación.

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